Los principios de las ikastolas navarras como escuelas cooperativas
Las ikastolas de Navarra, centros de enseñanza cooperativos desde sus orígenes siempre han hecho aportaciones para promover la calidad pedagógica en Navarra. En los últimos tiempos, han sucedido múltiples debates, iniciativas, que han hecho aflorar la necesidad de renovación de las metodologías para garantizar una enseñanza de calidad. Las escuelas cooperativas no hemos rehuido estos debates, en los que participamos activamente; al contrario, nos han reafirmado nuestra convicción: las ikastolas cooperativas de Navarra somos una parte fundamental de esta revolución educativa.
Porque las ikastolas cooperativas las hacen las personas que comparten un proyecto en común, la enseñanza. Los cooperativistas son madres, padres, que junto a maestros/as y personal no docente, con sentido crítico que se implican para mejorar permanentemente, no sólo todo aquello vinculado con los/as alumnos/as, sino también toda la comunidad.
Ahora es hora de dar un paso adelante y poner de manifiesto que los principios constitutivos, sociales y educativos son básicos para continuar contribuyendo y ofreciendo una enseñanza de calidad en Navarra. Las Ikastolas Cooperativas representan el modelo de escuela laica, plural, solidaria, activa, innovadora y participativa arraigada en el territorio, que aprende a participar y compartir de forma democrática y que da gran relevancia al trabajo en red. Este modelo de escuela, surgido del pueblo y que trabaja para el pueblo, tiene como eje común el ser cooperativa. Este hecho impregna toda su forma de ser:
La ikastola cooperativa tiene el compromiso de hacer realidad la misión de la cooperativa: educar niños/as y jóvenes en los valores cooperativos. Maestros/as, personal no docente, padres y madres trabajan corresponsablemente para alcanzar los retos del proyecto educativo.
La ikastola cooperativa tiene como objeto dotar al alumnado de las herramientas para construir un proyecto de vida propio, porque en el futuro se conviertan en ciudadanos y ciudadanas críticos, socialmente responsables, democráticos y participativos.
La ikastola cooperativa tiene vocación social. Trabaja para construir una sociedad mejor con valores de igualdad, equidad, honestidad, transparencia, solidaridad, responsabilidad, integración y transformación social, ofreciendo un servicio público-cooperativo y una enseñanza de calidad.
La ikastola cooperativa es una escuela abierta a todos, sin filtros, inclusiva, donde la participación, la cooperación y la solidaridad forman parte de nuestra identidad.
La ikastola cooperativa es dinámica y transformadora. Su organización interna flexible facilita la adaptación y renovación constante en el marco de una sociedad en cambio permanente.
La ikastola cooperativa es innovadora. Entendemos que innovar significa cambiar las cosas para hacerlas mejor. Las ikastolas cooperativas innovan en todos los ámbitos, pensado en las personas.
En las ikastolas cooperativas, la implicación en los proyectos, la creatividad, el uso de las tecnologías, el emprendimiento y todos los valores del cooperativismo son medios para desarrollar las mejores prácticas educativas, para hacer crecer el conocimiento y el aprendizaje personalizado de sus alumnos/as.
La ikastola cooperativa trabaja en red. La proximidad con las familias, la vinculación con el barrio, el pueblo o ciudad son una realidad con la vocación de construir una comunidad participativa.
En la ikastola cooperativa, la autogestión, la autonomía y la independencia son claves para mantener la libertad y garantizar las metas y objetivos que se marca la cooperativa tanto en el modelo educativo como en la gestión.
Todos estos elementos permiten que la ikastola cooperativa sea "una escuela para todos, la escuela de cada uno".