Desde la Federación Navarra de Ikastolas escribimos estas líneas desde el confinamiento que seguramente todos y todas estamos compartiendo. La rápida propagación de un virus y el contagio de la enfermedad que causa ha obligado a cambiar muchas de las habituales dinámicas escolares, familiares y sociales. Este cambio de ritmo y de costumbres está generando en muchas personas impaciencia e incertidumbre. Esta situación ha obligado también a las ikastolas como centros educativos a realizar un cambio radical, en toda la extensión de la palabra, en su manera de ejercer la docencia, ya que ha sido un cambio muy rápido y extremo respecto a la manera habitual de impartir las clases. A pesar del sinfín de incomodidades que esta crisis está suponiendo, creemos sinceramente que debemos verlo como una gran oportunidad educativa a nivel individual y colectivo. Esta crisis, como humanidad, nos está dando la oportunidad de reflexionar acerca de nuestro tren de vida, de nuestras prioridades y del propio sistema en el que nos hallamos inmersos.
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