2016/02/16 | Aingeru Epaltza, Diario de Noticias
lo acaba de señalar el informe EPI 2015 presentado la semana pasada sobre el conocimiento del idioma británico en el mundo: Euskadi y Navarra son, por este orden, las comunidades del Estado con mejores niveles de inglés. La tercera es Cataluña. No hace falta ser un experto del ramo para poner esos datos en relación con el nivel socioeconómico de sus habitantes y los esfuerzos presupuestarios de las respectivas administraciones educativas autonómicas. Pero tampoco es casualidad que eso ocurra en lugares con tantos por cientos muy elevados de población ya de hecho bilingüe y con fuerte enraizamiento de la enseñanza en la lengua propia de la comunidad. El bilingüe se convierte en trilingüe con mucha más facilidad que el monolingüe en bilingüe. Luego se trata de ir sumando. Aunque en Navarra tengamos que soportar a personas, fuerzas políticas e incluso sindicatos obcecados en que ocurra lo contrario, la realidad se va imponiendo poco a poco: una persona que sabe dos idiomas es como la que tiene dos manos en vez de una sola. Siempre tendrá muchas más oportunidades -no sólo laborales‑- que alguien que solo domina uno. Ni te cuento en el caso de los que hablan más de dos. En estos días de prematrícula escolar no está de más recordar que esto último sólo lo garantiza la enseñanza que incluya al euskera en su oferta plurilingüe. Si además te interesa una educación cercana, pedagógicamente avanzada y basada en valores profundamente democráticos y, además, quieres opinar y participar directamente en la educación de tu hijo o hija, vete buscándote la ikastola más próxima. Tienes de tiempo hasta el viernes.
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