Este refugio juvenil comenzó a funcionar el pasado 1 de julio y ya se ha estrenado este verano con la visita de alumnos y alumnas de la Ikastola Arizmendi de Arrasate (Gipuzkoa) y del Colegio Lasalle de Andoain, también guipuzcoano.
El objetivo del centro educativo vianés era poder dar un uso escolar y pedagógico al citado espacio. “Teníamos una zona que se utilizaba como almacén y vimos que se le podía dar otro uso. Esta pensado para algo educativo, ikastolas, colegios, etc., es decir, no es un albergue para peregrinos, por ejemplo”, explicó ayer la directora de Erentzun Ikastola, Maite Otero, que añadió que “estas instalaciones las vamos a utilizar para ser alquiladas y traducirlas en beneficio pedagógico”.
El proyecto ha sido posible gracias a la colaboración de los voluntarios, que han arrimado el hombro para el pintado de las instalaciones, la reforma de los suelos, la instalación de la electricidad o el montaje de las literas y de otros enseres, por ejemplo. Este refugio juvenil cuenta con una sala de literas de 62 plazas y se completa con baños, duchas, y un salón de actos para proyecciones representaciones, etc.
Tras esta primera experiencia de este verano, el objetivo es que el albergue pueda utilizarse también durante el curso “para que puedan venir estudiantes a pasar algún día por ejemplo”, explicó Maite Otero. Para comenzar, estas instalaciones van a recibir el próximo mes de octubre a los colaboradores del Nafarroa Oinez que va a acoger Viana, una fiesta que organizan de forma conjunta las ikastolas de Viana y Lodosa. Desde Erentzun Ikastola quisieron agradecer la colaboración de todos los voluntarios y voluntarias que han hecho posible que el refugio juvenil sea una realidad.